El 29 de diciembre de 1711 Felipe V funda, como Biblioteca Real, la que hoy conocemos como Biblioteca Nacional. En 1716 adopta dos medidas que serían cruciales para su futuro: En primer lugar determina su doble función de recopilar los fondos bibliográficos de las bibliotecas particulares de algunos nobles y de extender el conocimiento entre los ciudadanos. En segundo lugar, ordena que se entregue una copia de cada una de las impresiones nuevas de su reino a dicha Biblioteca. Esta medida, incumplida de forma sistemática, es el precedente de lo que hoy conocemos como depósito legal, instituido legalmente en 1957.
Para consultar los fondos anteriores a 1900 hay que utilizar aún los Catálogos Impresos y Manuales, pero lo fondos posteriores se pueden consultar en el Catálogo automatizado de la Biblioteca Nacional, que en la actualidad cuenta con más de tres millones de títulos. También se puede consultar en línea el Inventario General de Manuscritos, que recoge las 9.500 primeras signaturas. En 2009, ha presentado su proyecto de Biblioteca Digital Hispánica.
Se encuentra en el Paseo de Recoletos, nº 22, en un edificio neoclásico que se conoce como Palacio de Museos, Archivo y Biblioteca Nacionales, de finales del siglo XIX proyectado por el arquitecto Francisco Jareño y Alarcón.
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