La escritora y periodista bielorrusa Svetlana
Alexiévich es la ganadora del
Premio Nobel
de Literatura 2015, quien ha retratado
en lengua rusa la realidad y el drama de gran parte de la población de la
antigua URSS, así como de los sufrimientos de Chernóbil, la guerra de
Afganistán y los conflictos del presente.
Es muy crítica con el Gobierno bielorruso.
"Respeto el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero no el mundo
ruso de Stalin y Putin", ha dicho la autora en una rueda de prensa en
Minsk, tras el anuncio del galardón.
Nacida en Ucrania, se estableció
con su familia en Bielorrusia cuando su padre (militar soviético) se retiró del
Ejército. Allí ella estudió periodismo en la Universidad de Minsk y trabajó en
distintos medios de comunicación.
Se inclinó definitivamente a la literatura apoyando un nuevo
género de escritura que denominó «novela colectiva», «novela-oratorio»,
«novela-evidencia», «gente bailando con lobos» y «coro épico», entre otras
fórmulas. En efecto, en sus textos, a medio camino entre la literatura y el
periodismo, usa la técnica del <<collage>> yuxtaponiendo
testimonios individuales, con lo que consigue acercarse más a la sustancia
humana de los acontecimientos. Este estilo lo usó por primera vez en su libro La
guerra no tiene rostro de mujer,
una obra que finalizó en 1983 pero que, por cuestionar clichés sobre el
heroísmo soviético y por su crudeza, solo llegó a ser publicada dos años más
tarde gracias al proceso de reformas conocido por la perestroika. El estreno de
la versión teatral de aquella crónica descarnada en el teatro de la Taganka de
Moscú, en 1985, marcó un hito en la apertura iniciada por el dirigente
soviético Mijaíl Gorbachov.
En Tsinkovye
Málchiki (Los chicos de cinc), 1989, compila un mosaico de testimonios
de madres de soldados rusos que participaron en la Guerra de Afganistán;
en Zacharovannye Smertiu (Cautivados por la muerte),
1993, ofrece la visión de aquellos que no pudieron sobrevivir a la idea de la
caída del régimen soviético y se suicidaron.
Voces
de Chernóbil (1997), uno de los pocos libros suyos traducidos al castellano (2006),
expone el heroísmo y sufrimiento de quienes se sacrificaron en la catástrofe
nuclear de Chernóbil. Os dejamos en el siguiente enlace las primeras
páginas de dicho libro: http://ep00.epimg.net/descargables/2015/10/08/9fa6b13774208a41e08dadd5c2b50bd4.pdf
En su última
obra, El tiempo de segunda mano. El final del
hombre rojo, publicada a la vez en
alemán y en ruso en 2014, procura hacer un retrato generacional de todos los
que vivieron la dramática caída del utópico estado comunista soviético.
Su
obra es en suma una crónica personal de la historia de los hombres y mujeres
soviéticos y postsoviéticos, a los que entrevistó para sus narraciones durante
los momentos más dramáticos de la historia de su país, como por ejemplo
la II Guerra Mundial, la Guerra de Afganistán, la caída de la
Unión Soviética y el accidente de Chernóbil.
Abandonó Bielorrusia en el año 2000 y estuvo viviendo
en París, Gotenburgo y Berlín. En 2011 Alexiévich volvió
a Minsk.
Desde
1996 ha recibido numerosos premios internacionales, como el polaco
Ryszard-Kapuściński en 1996, el Premio Herder en 1999 y
el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán (2013), entre otros.
Ahora,
sus 67 años, Svetlana Alexiévich ha sido galardonada con el Premio Nobel de
Literatura. El dictamen de la
academia sueca ha destacado: "sus escritos polifónicos, un monumento al
sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo".
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