“Cualquier individuo que padezca el síndrome del corazón gris,
debería ponerse en manos de un experto y visitar una biblioteca.”
Ledicia Costas,
del Pregón del Día de la Biblioteca 2016
Hoy, 24 de octubre, se
conmemora el Día de la Biblioteca.
Cada año se encarga a
un escritor y a un ilustrador, de reconocido prestigio, la redacción del pregón
y el diseño del cartel que se difunde entre todas las bibliotecas de España, asociados
e interesados. Este año las autoras seleccionadas son Ledicia Costas y Elena
Odriozola, Premio Nacional de Literatura Infantil e Ilustración 2015,
respectivamente. El acto conmemorativo tendrá lugar a las 18,00h, en la
Biblioteca Regional de Madrid, Joaquín Leguina.
A
continuación, os dejamos el texto completo del Pregón para que disfrutéis con
él tanto como lo hemos hecho nosotros…
<<Una luciérnaga es una isla perdida en la noche más densa. Cien
luciérnagas, una constelación misteriosa que marca el rumbo hacia otros
universos. Así, con esa estrategia de luz, se organizan los libros que moran en
las bibliotecas. Son caricias fosforescentes que incendian los sueños y
recomponen los corazones grises hasta hacerlos recobrar su color rojo
brillante. Cualquier individuo que padezca el síndrome del corazón gris,
debería ponerse en manos de un experto y visitar una biblioteca.
Para escribir un libro, además de hacer malabarismos con las palabras
hay que ser una desvergonzada o un loco. Un atrevido, una excéntrica
descontrolada. Llevar un calcetín de lunares, otro de rayas y los pelos de
punta. Una cresta como las que lucen las cacatúas sería un peinado muy
interesante para un escritor. Solo las mentes más disparatadas son aptas para
escribir libros. Pero para custodiarlas no es suficiente con tener un desajuste
en los cables cerebrales. Es indispensable ser de fuera. Un extraterrestre. Las
bibliotecas albergan seres con antenas giratorias, cerebros millométricos que
memorizan títulos rebuscados, rimbombantes, campanudos. Las personas que
custodian libros siempre me han parecido criaturas singulares. Están dotadas de
extremidades retráctiles que estiran y estiran hasta alcanzar aquel volumen al
que parecía imposible acceder. A continuación, como si nada, se recomponen y
todo vuelve a su posición natural. Parecen seres humanos, pero a poco que les
observes percibirás que no son de aquí. Una de las cosas que más me fascina de
los bibliotecarios es su cerebro. ¡Me parecen tan listos! Los libros fabrican
pensamientos. Pasar tantas horas dentro de una factoría de ideas es bueno para
tener un corazón rojo y brillante y una cabeza repleta de planes fantásticos.
Alguien me ha contado que el 24 de octubre es el Día de la Biblioteca.
Sería genial organizar una fiesta con confeti y pompas de jabón. Celebrarla por
todo lo alto. Me encantaría vestirme para tal ocasión como el personaje de
algún libro, sentarme en la mesa de una biblioteca de la ciudad donde vivo y
esperar a que fueran a visitarme. En las bibliotecas puedes ser quien tú
quieras. Desde Mary Poppins hasta Matilda, Atreyu, Drácula o incluso Pippilotta
Viktualia Rullgardina Krusmynta Efraimsdotter Långstrump. Puedes ponerte botas
de pelo, plumas, zancos y sombreros. ¡Sombreros! ¡Eso es! Imagino a una pequeña
lectora acercándose a mí discretamente, atraída por los colores y formas de mi
sombrero:
—Sombrerera loca, ¡qué fiesta más maravillosa! ¿Sería tan amable de
servirme una taza de té?
Yo se la serviría con mucho gusto, poniendo cara de mujer refinada, y
luego ambas haríamos ruido al tragar. Sonaría algo parecido a glup glup glup. Y
antes de que nos diese tiempo de romper a reír de forma desenfrenada,
aparecería el bibliotecario, como surgido de la nada, que para eso poseen la
facultad de materializarse delante de ti en el momento más inoportuno, y nos
advertiría de que las bibliotecas no son merenderos. Hay que reconocer que son
únicos custodiando tesoros. Extraterrestres con el corazón rojo y brillante.
Qué cosa tan extraordinaria. ¡Feliz Día de la Biblioteca!>>. (Texto: Ledicia Costas)
Por último, nos parece interesante resaltar que, con
motivo de la celebración de la vigésima edición del Día de la Biblioteca,
la Asociación
Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil publica un nuevo folleto que recoge los 20 pregones y
los 20 carteles del Día de la Biblioteca desde 1997, año en que esta Asociación,
en colaboración con el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, promovió la
celebración de este Día con el objetivo de concienciar a la sociedad de la
importancia de la lectura (pues como hemos
visto que dice Ledicia Costas en su Pregón 2016: “Los libros fabrican
pensamientos. Pasar tantas horas dentro de una factoría de ideas es bueno para
tener un corazón rojo y brillante y una cabeza repleta de planes fantásticos.”) y como
homenaje y reconocimiento a la labor de los bibliotecarios/as (“Las
personas que custodian libros siempre me han parecido criaturas singulares.
Están dotadas de extremidades retráctiles que estiran y estiran hasta alcanzar
aquel volumen al que parecía imposible acceder. A continuación, como si nada,
se recomponen y todo vuelve a su posición natural. Parecen seres humanos, pero
a poco que les observes percibirás que no son de aquí.” “Hay que reconocer que
son únicos custodiando tesoros. Extraterrestres con el corazón rojo y
brillante. Qué cosa tan extraordinaria.”).
Y es que el valor de nuestras
bibliotecas va más allá de la transmisión y conservación del patrimonio
cultural, al favorecer el afianzamiento de la formación lectora de nuestro
alumnado.
Aurora Ríos
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