viernes, 18 de marzo de 2011

LAS MONEDAS EN LOS TIEMPOS DE GÓNGORA

Comenzamos la publicación de una serie de trabajos realizados por nuestro alumnado con motivo del 450 aniversario del poeta cordobés Luis de Góngora. La alumna Mavila Ruiz de 3º F ha investigado en la asignatura de Tecnología sobre la fabricación de monedas y otros aspectos de la vida diaria de los cordobeses de los siglos XVI y XVII.  


La moneda

La moneda es una pieza de un material resistente, normalmente de metal acuñado en forma de disco, que se emplea como medida de cambio (dinero) por su valor legal o intrínseco y como unidad de cuenta. También se llama moneda a la divisa de curso legal de un Estado. La ciencia que estudia las monedas se denomina Numismática.


Tipos de monedas y su utilización

Había tres unidades en el siglo XVI español para llevar las cuentas: los maravedíes, los reales y los ducados. Los primeros eran los más empleados para hablar de precios, salarios, ingresos y cobros. En resumen, los más habituales. Únicamente cuando los importes subían se pasaba a los reales y en casos de montantes considerables, salían los ducados a la palestra.

Las equivalencias eran tales que 1 real equivalía a 34 maravedís y 1 ducado era equivalente a 375 maravedís. Es decir, un ducado eran 11 reales y 1 maravedí.

Aunque si hablamos de monedas físicas, los ducados desaparecen. Nadie podía pagar con ducados ya que no se acuñaban monedas con ese valor. Por lo tanto, era sencillamente un valor contable, por decirlo de algún modo. Las monedas podían ser escudos, de oro; reales, de plata o de cobre con una pequeña aleación de plata. Estas últimas eran conocidas como vellón. Un listado rápido:
  • Blanca – Medio maravedí.
  • Octavos  – 1 maravedí.
  • Medio cuarto  – 2 maravedís.
  • Cuarto – 4 maravedís.
  • Cuartillos – 8 maravedís y medio.
Este último tiene una explicación para un valor tan extraño. Hemos dicho que un real eran 34 maravedís, y el cuartillo es la cuarta parte de un real. Hablando de estos, se acuñaba lo siguiente:
  • Medio real.
  • 2 reales, que también se llamaba real de a dos o doble real.
  • Real de cuatro, que eran 136 maravedís.
  • Real de ocho, que eran 272 maravedís.
No había moneda que valiera un real. Tampoco había moneda para el ducado. En cambio, había un escudo de oro, cuyo valor era cercano al ducado, por ser 350 maravedís a mediados de siglo, aunque luego el valor ascendió.

También estaba el real de vellón que 2,5 reales de vellón equivaldría aproximadamente a un real de plata.



Fabricación de monedas

La fabricación de la moneda se realizaba en la ceca, también se conocida como Casa de Moneda o Casa de la Moneda.
Las monedas más primitivas eran pequeños discos metálicos (se le denomina "Cospel") en los cuales se imprimía por medio de un golpe en un troquel grabado (Cuño) una marca en uno de sus lados (anverso). Estas monedas reciben el nombre de "incusas" y se caracterizan porque presentan la misma imagen por los dos lados: en una en relieve y en la otra en hueco.
Transcurre el tiempo y no se registran grandes cambios en los sistemas de acuñación, hasta que se llega al Renacimiento, momento en el cual se logran grandes avances.
  • Leonardo Da Vinci realizó estudios sobre la fabricación de las monedas y trató de sustituir el martillado en caliente de las monedas extraídas de lingotes metálicos, por el corte de discos metálicos lisos, de cinta ya preparada con el espesor deseado. Reunió en una sola máquina, mediante punzones especiales, las dos operaciones de corte y acuñación para la Ceca Vaticana.
  • En 1553, un ingeniero alemán llamado Brücher diseñó dos máquinas que vinieron a revolucionar la fabricación de moneda.
Las dos máquinas fueron:
  • Un laminador, ingenio accionado por un molino que conseguía láminas de metal de un espesor constante cuando hacía pasar el lingote repetidas veces entre dos cilindros de metal duro.
  • Una máquina llamada molinete o prensa de volante que acuñaba por medio de la inercia que el volante tenia al moverse, en el lado inferior el cuño era fijo y el de arriba era intercambiable.
Luego de este período, no existen grande cambios hasta el siglo XIX cuando en 1830 el ingeniero suizo Jean Pierre Droz inventó el sistema de virola partida, con lo cual se conseguía acuñar las dos caras de la moneda a la vez y también el canto.
La acuñación del canto fue un factor de gran importancia ya que evitaba el robo de metal por medio de recortes. Como se expuso anteriormente en la antigüedad las monedas llevaban el cuño por ambas caras y el Rey garantizaba el peso del metal de la moneda. La forma de robo consistía en recortar los rebordes y así juntar el metal que se recortaba de varias monedas para acuñar una nuevas.


Historia

A grandes rasgos, la moneda se acuña a martillo desde que fue inventada entorno al año 640 d.C. hasta incluso más allá del siglo XVI.  En 1551, técnicos alemanes inventan un procedimiento por lo cual se aplanaba y estiraba metal en un ingenio hidráulico laminador provisto de dos rodillos cilindros en paralelo, y luego se aplicaba la impronta sobre el metal con el mismo procedimiento. Los ingenios hidráulicos fueron implantados en Segovia en 1585, habiendo sido previamente establecidos en otras 13 cecas en Alemania, Inglaterra, Francia, Austria, Eslovaquia, Rumania, Suiza y Polonia.  A finales del siglo XVI se inventa otros tipos de prensas, como la taschenwerk (rocker press) que se utiliza en cecas pequeñas por toda Europa.  La prensa de volante, dibujada por Leonardo da Vinci, comienza a extenderse hacía mediados del siglo XVII y se implanta en Madrid Sevilla hacia 1700, en las cecas de Indias entre 1732 y 1769, y en Segovia en 1772.  A veces se usaba dos y hasta tres diferentes técnicas simultáneamente en algunas cecas.  Todas las cecas del mundo que sobrevivieron la centralización de los gobiernos adoptaron las prensas automáticas de acuñación a partir de mediados del siglo XIX, y hoy hay modelos que puedan acuñar hasta 800 monedas por minuto.
El conjunto de los procesos industriales empleados en la fabricación en serie de la moneda -bajo rigorosas ordenanzas y para el estado-, siempre han constituido uno de los más complejos y exactos de la historia de la industria hasta el comienzo de la Revolución Industrial durante la segunda mitad del siglo XVIII.  El Real Ingenio (1583) fue la ceca número 14 en ser mecanizada cuando esta reconversión se puso en marcha a partir de 1551.  El hecho de que es la ceca  más grande, avanzada y completa de éstas que aún queda en pie, nos indica que la planta segoviana es el primer testimonio de una moderna Planta Industrial.  Se puede leer sobre el planteamiento de esta tesis en el libro por Dr. Glenn Murray, recientemente presentado por la Cámara de Comercio de Segovia, con el título de "El Real Ingenio de la Moneda, la fábrica industrial más antigua, avanzada y completa que se conserva - Patrimonio de la Humanidad"

Casa de las carretas
El 5 de noviembre de 1661 se empezó a tramitar la construcción de una casa de moneda de molinos en Córdoba, donde no existía ceca. El 7 de diciembre del mismo año se compró una casa y se comenzó enseguida la obra de cuatro molinos de tracción animal para la acuñación de la moneda ligada, que nunca se llegó acuñar aquí con martillos. La primera moneda salió el 5 de marzo de 1663 y la última el 17 de octubre de 1664. Esta ceca nunca volvió a acuñar. El 30 de noviembre de 1665 se desmantelaron los molinos y se enviaron a Sevilla en 12 carretas.

Economía
La economía cordobesa del siglo XVI se caracterizó principalmente por su dependencia de la agricultura, así como el florecimiento de actividades económicas, tales como la fabricación de paños de lana, tejidos de seda, así como todo lo relacionado con la manufactura a nivel artesanal como el tratamiento del cuero (cordobanes y guadamecíes).
Agricultura
En cuanto a la agricultura, Córdoba sufrió sequías importantes que redundó en la escasez de trigo para abastetecer a la población cordobesa. Especialmente grave fue la de los años comprendidos entre  1577 y 1584.
 

Industria textil.

Existió una importante industria de paños, que fue frecuentemente exportada a todo tipo de ciudades en Castilla como Segovia, Logroño o Soria. Estos eran fabricados a partir de lana procedente de La Mancha, así como pueblos del sur de la provincia de Córdoba.
Los oficiales del paño, se situaban alrededor del río Guadalquivir, en el Barrio de San Nicolás de la Ajerquía y en el Barrio de Santiago. Aquí se recibían los productos semielaborados, los remataban para venderlos a comerciantes de Medina del Campo, Madrid, Sevilla e incluso ciudades europeas. En esta zona localizaban se 13 paradas de batán, casas tinte así como curtidores.
En cuanto a la producción sedera, la ciudad de Córdoba mantuvo una gran producción sobre todo a finales de siglo, documentándose en torno a seiscientos oficinas que se encargaban de la elaboración de todo tipo de prendas. Dada la importancia de esta actividad económica, el Cabildo de la ciudad prohibió la plantación de moreras en la ciudad ya que la importación de estas procedentes fundamentalmente de Granada, Murcia y Valencia, estaban gravadas con un 15%.
Sin embargo, en el último cuarto de siglo, la decadencia de la ciudad de Córdoba comienza a manifestarse al concurrir diferentes hechos: la peste de los años 1582 y 1583 y entre los años 1595 y 1599; las malas cosechas del periodo comprendido entre 1577 y 1584; crisis general en la industria textil; presión fiscal del reinado de Felipe II, la expulsión de los moriscos o la emigración a América, las que hicieron que la economía de Córdoba fuera perdiendo la importancia que alcanzó durante la mitad de siglo.

 

Sociedad

Una de las realidades sociales que se arrastró durante todo el siglo XVI, proveniente de una tradición secular española, fue la integración de los cristianos nuevos (judíos conversos) con los cristianos viejos. Estos fueron objetos de persecución por parte de la Santa Inquisición, quien celebró en Córdoba a través del clérigo Diego Rodríguez Lucero, el más sanguinario auto de fe celebrado en España. Más de cien personas murieron el 22 de diciembre de 1504, que provocó una revuelta por parte de la población que llegaron a asaltar la prisión del Santo Oficio.
Dibujo de la Córdoba de la época realizado por Anton van der Wyngaerde.
Mavila Ruiz Canales
3º F Músical
Tecnología
Fuentes de las imágenes:
http://www.interempresas.net/MetalMecanica/Articulos/1435-Evolucion-tecnica-de-la-maquina-herramienta-Resena-historica.html
http://correodelasculturas.wordpress.com/category/general/page/7/
http://blogpolis.com/es/taxonomy/term/1/0?page=2 
http://www.cordobapatrimoniodelahumanidad.com/html/cordoba/lahistoriaintegracion.htm
http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Vista_de_C%C3%B3rdoba_%281567%29._Anton_van_der_Wyngaerde.jpg

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