A partir de este plano, que simula ser uno de metro, proponemos crear un relato que contenga de forma obligatoria al menos una palabra correspondiente a una parada de cada línea. Ojalá que este ejercicio contribuya a hacer innecesaria la celebración del 25 - N.
Os proponemos un ejemplo:
La violencia contra la mujer parece que sólo existe cuando nos la muestran en televisión, pero debemos tener en cuenta que el maltrato no comienza en la última parada, un hospital o un cementerio, sino en días y días de angustia, miedo, soledad...
Clara, una chica de 20 años, alegre, risueña, algo tímida, con grandes deseos de vivir conoció a un chico llamado Lucas. Se enamoró. Todo era felicidad pero pronto llegaron los celos de Lucas por Jorge, un buen amigo de Clara desde la infancia; al principio ella se sentía alagada, pensaba que su novio estaba muy enamorado de ella.
Una tarde que Clara quedó con Jorge para visitar a una antigua compañera de clase comenzó su pesadilla: insultos, la primera bofetada; ella se sentía mal, pensaba que la culpa era suya.
A medida que pasaban los días, los meses, los celos y el abuso de Lucas iban aumentando, la angustia y la soledad de Clara también.
Su silencio llegó a inundar todo su espacio: sus estudios, sus amigos y su familia, los cuales, preocupados por su actitud, comenzaron a hacerle preguntas, a observarla. La sumisión a Lucas y el desprecio que sentía por sí misma la ahogaban y no la dejaban abrirse a los demás, sentía miedo, vergüenza.
Una noche saltó a los informativos una noticia escalofriante: había sido encontrado el cuerpo de una chica en la cuneta de una carretera en las afueras de una ciudad cualquiera, en una mañana cualquiera, la vida había acabado para Clara antes de empezar a vivirla.
Afortunadamente esta historia pertenece a la ficción, por tanto, podemos y debemos, entre todos y todas, darle otro final:
Tras los primeros insultos y la primera bofetada nuestra protagonista decide llamar al 016, el teléfono de ayuda para víctimas de la violencia de género, profesionales competentes le indican cómo tiene que actuar: hablar con la familia y poner una denuncia a Lucas. Decide hacerlo y dejar todo en manos de la justicia; de esta manera Clara siente que ya no está sola. Ahora empieza su futuro.
Lucía Páez Romero y Margarita Romero Sánchez
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