martes, 8 de febrero de 2011

ALFABETIZACIÓN EN INFORMACIÓN (ALFIN)

           
    Forges, con su lucidez habitual, está señalando una situación en la que nuestra sociedad está inmersa: la abundancia de información que la rodea. También ejemplifica que si no se cuenta con los conocimientos y las habilidades adecuadas, no se podrá  aprovechar convenientemente esa información e incluso se puede convertir en un problema.
    El “manual de instrucciones” se denomina Alfabetización en Información (ALFIN). Es la traducción del inglés Information Literacy  y se considera un requisito imprescindible para participar con eficacia en la Sociedad de la información. La UNESCO, en la declaración DE Praga de 2003, la considera como parte de los derechos básicos de la Humanidad para poder aprender a lo largo de la vida,  y la OCDE la incluye como una de las competencias básicas para cualquier ciudadano.
    En este artículo vamos a seguir la definición más reciente, con su correspondiente listado de habilidades, que es la propuesta por CILIP[i]  en octubre de 2004. Esta definición es la más extendida y está aceptada por distintos sectores (universitario, empresarial, etc.):

    Alfabetización informacional es saber cuándo y por qué se necesita información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética.
    Para que una persona pueda ser considerada como alfabetizada en información se considera que ha de poseer unas  habilidades, que son el resultado de la comprensión de:  
  • La necesidad de información.
  • Los recursos disponibles.
  • Cómo encontrar la información.
  • La necesidad de evaluar los resultados.
  • Cómo trabajar con los resultados y explotarlos.
  • Ética y responsabilidad en la utilización.
  • Cómo comunicar y compartir los resultados.
  • Cómo gestionar lo que se ha encontrado.

  • Comprender la necesidad de información:
    Supone comprender que se necesita información; comprender por qué se necesita información; qué, cuánta y qué tipo de información se requiere; cuáles son las limitaciones asociadas (acceso, actualidad, formato, tiempo); reconocer que la información se puede presentar en una amplia gama de formatos. Supone, también, la habilidad para articular una pregunta que dote a la investigación un enfoque.
  • Comprender la disponibilidad:
   Se trata de ser capaz de identificar los recursos que están disponibles, dónde se encuentran, cómo acceder a ellos, los méritos concretos de cada uno y cuándo resulta indicado su uso.
  • Comprender cómo encontrar la información:
     Es la habilidad para buscar los recursos apropiados con eficacia e identificar la información relevante.
  • Comprender la necesidad de evaluar los resultados:
    Incide en la capacidad de evaluar la información obtenida por su autenticidad, corrección, sesgo y actualidad. Asimismo supone la capacidad para evaluar los planteamientos iniciales y  los medios a través de los cuales se ha conseguido dicha información.
  • Comprender cómo trabajar con los resultados y cómo explotarlos:
    Es la habilidad para analizar y trabajar con la información de forma que los resultados de la investigación sean correctos y presentables, y puedan desarrollar nuevos conocimientos.

  • Comprender la ética y la responsabilidad en la utilización:
    Es saber porqué la información debe ser utilizada de forma responsable, culturalmente sensible y ética. Es también respetar la confidencialidad y reconocer siempre el trabajo de otras personas.
  • Comprender cómo se comunica y comparte lo  encontrado:
    Es la habilidad para comunicar/compartir la información de una manera o en un formato adecuados a la propia información, al público al que te diriges y a la situación comunicativa concreta.
  • Comprender cómo gestionar lo que se ha encontrado:
    Es la habilidad para guardar y  gestionar la información  adquirida aplicando en cada caso los métodos más eficaces disponibles.


Nota:
[1]  CILIP = Chartered Institute of Library and Information Professionals

Esta entrada ha sido elaborada con información recogida en:
Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, no 77, Diciembre 2004, pp. 79-84
Imágenes: 
http://llamadavirtual.wordpress.com/2008/05/ 

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