Música y Literatura han caminado de la mano con frecuencia y son abundantes los ejemplos, algunos de ellos muy recientes: la pieza Claro de Luna de Debussy que las novelas de Crepúsculo han puesto de moda entre el público adolescente.
La música está presente en las novelas y no como un hilo musical pues forman parte del entramado narrativo y desempeñan un papel destacado en el conjunto de la obra. En ocasiones se busca la evocación que la música citada es capaz de producir en el lector. Otras veces se ofrece una descripción detallada de la música que está sonando en un momento. O se introduce junto a la narración un tipo de melodía que se adapta al ritmo de la acción: José Ángel Mañas en Historias del Kronen, Care Santos en La muerte de Kurt Cobain, Benjamín Prado, Haruki Murakami, etc. han elegido cuidadosamente la música más acorde al ritmo y al tono de sus novelas. La música reviste la trama, le da matices, la completa, desempeña una función dentro de la narración.
La música está presente en las novelas y no como un hilo musical pues forman parte del entramado narrativo y desempeñan un papel destacado en el conjunto de la obra. En ocasiones se busca la evocación que la música citada es capaz de producir en el lector. Otras veces se ofrece una descripción detallada de la música que está sonando en un momento. O se introduce junto a la narración un tipo de melodía que se adapta al ritmo de la acción: José Ángel Mañas en Historias del Kronen, Care Santos en La muerte de Kurt Cobain, Benjamín Prado, Haruki Murakami, etc. han elegido cuidadosamente la música más acorde al ritmo y al tono de sus novelas. La música reviste la trama, le da matices, la completa, desempeña una función dentro de la narración.
Ahora están comenzando a editarse obras con, lo que podríamos denominar, bandas sonoras:
La novelista Donna Leon y la cantante Cecilia Bartoli, han apostado por Agostino Steffani, sacerdote, músico y diplomático. La escritora le ha dedicado una novela, Las joyas del Paraíso (Seix Barral), y la cantante un disco de arias, Mission, que se presenta como “la banda sonora de Las joyas del Paraiso". Ambas obras han aparecido en el mercado a la vez y con la novela se entrega un código personal de acceso a una página web de Bartoli y Leon, en la que, tras el correspondiente registro, es posible descargarse, de forma legal y gratuita, contenido digital del álbum y la novela.
La extraña personalidad de Steffani y su juego con el poder, lo convierten en un continuo misterio que Donna Leon ha tratado de resolver a partir de las investigaciones de una experta (esta vez no ha precisado de la intervención del comisario Guido Bruneti) que trata de descifrar el legado del músico, que ha permanecido hasta el momento presente metido en dos baúles en el Vaticano.
El dramaturgo Juan Mayorga ha hecho su primer acercamiento al teatro infantil con El elefante ha ocupado la catedral (editorial Veintisiete letritas) una aventura trepidante que se presenta con las ilustraciones de Daniel Montero Galán y las partituras de las canciones de la obra, compuestas por Pedro Sarmiento.
Podemos ver y escuchar su booktrailer:
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