Maj Sjöwall |
Ese sustrato de análisis sociológico es hoy una de la claves de la novela negra moderna y nos está permitiendo ahondar en la interpretación de los acontecimientos protagonizados por los diferentes grupos de poder que ocupan las secciones de actualidad de nuestra prensa diaria y llenan los juzgados. Veamos algunos títulos en los que la corrupción y el abuso de poder están presentes:
En La marca del meridiano, de Lorenzo Silva, aparecen unos guardias civiles corruptos. Andreu Martín, en Sociedad negra, retrata las tríadas chinas. Juan Madrid con Los hombres mojados no temen la lluvia, que ha ganado el último Premio Fernando Quiñones, nos muestra los tentáculos de la mafia calabresa, la Ndragheta, en España. Peores maneras de morir, de Francisco González Ledesma, la última novela del inspector Méndez, tiene como argumento el mundo del tráfico internacional de mujeres. En Nadie quiere saber, de Ángela Gimenez Barlett, Petra Delicado y Garzón intervienen en el caso de la muerte de un modélico empresario barcelonés, que resultó ser poco modélico.
Otro tanto ocurre de la mano de autores extranjeros. Además de la misma Maj Sjiöwall, citada anteriormente, y del también escandinavo Henning Mankel, cabría citar Una novela criminal, de Giancarlo de Cataldo, la serie protagonizada por el comisario Kostas Jaritos de Petros Markaris que acaba de publicar Liquidación final la segunda novela de una trilogía sobre la crisis, las novelas de la estadounidense afincada en Venecia Donna Leon protagonizadas por el inspector Guido Brunetti, las de Salvo Montalbano del siciliano Andrea Camilleri…
Los organizadores de la Semana de Novela Negra de Barcelona parecen ser muy conscientes del pulso que la realidad parece estar echando a la literatura (Ver artículo). La corrupción política y empresarial son las protagonistas de varias mesas redondas, en una de las cuales estará presente el periodista griego Kostas Vaxevanis, encarcelado por publicar la llamada lista Lagarde, que toma su denominación del apellido de la actual presidenta del FMI, en la que figuraban los nombres de los evasores fiscales de su país.
Pocas veces, sin embargo, la realidad parece haber superado a la ficción literaria como lo está haciendo en estos días.
Imagen de Maj Sjöwall :
queleer.com
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