El pasado 14 de enero de 2018 fallecía el poeta cordobés y Premio Príncipe de Asturias de las Letras Pablo García Baena a los 96 años en el Hospital Cruz Roja de Córdoba y hasta el final de su vida se mantuvo inquieto y curioso por la realidad y actualidad del mundo artístico de su ciudad. La emotiva y multitudinaria despedida al poeta en su capilla ardiente, que estuvo instalada en el Ayuntamiento de Córdoba, y el posterior funeral celebrado en la Iglesia de San Miguel, dieron fe del cariño que le profesaban sus amigos y familiares así como los principales nombres de las letras en Córdoba, que le consideran un maestro de poetas y un puente de generaciones.
García Baena en su casa natal de Córdoba |
Hijo Predilecto de Andalucía, García Baena nació en Córdoba en 1921, y en 1946 publicó su primer poemario, Rumor oculto. Un año después fundaría con su amigo Ricardo Molina la revista Cántico, una de las más importantes de la posguerra española, que dio lugar al grupo del mismo nombre, del que formaron parte asimismo Juan Bernier, Julio Aumente y Mario López, además de los pintores Miguel del Moral y Ginés Liébana.
Imagen: Juan Bernier, Ricardo Molina y Pablo garcía Baena |
Autor de obras como Óleo (1958), Almoneda (1971), Antes que el tiempo acabe (1978), Fieles guirnalda fugitivas (1990) o Los campos Elíseos (2006), recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2008) y el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2012).
El teléfono al que llamar a Pablo García Baena era el poema. El poema como auricular de emergencia. Allí aún lo podemos encontrar ahora que se ha ido. Por eso, ¿qué mejor manera de decirle adiós que leyendo uno de sus poemas?
EDAD
Si yo fuera mayor,
lo cual parece casi imposible,
amaría los ríos limpios entre las aneas,
el arco de las truchas,
las ocas paseando una tras otra tras la orilla,
bobas y solteras como señoritas puritanas,
la campana sonando lejana en la heredad,
todo como lo viera alguna vez
en un paraje nórdico.
Y allí, bajo el árbol de la vida,
sentarme a leer un libro hermoso,
ya leído.
Pero sí, soy mayor
y amo aun lo que apenas si recuerdo:
la madrugada alta y su ginebra,
la nuca que termina en rizo último
entre tus dientes,
despertar con el alba y con el miedo
de no saber quién duerme entre las sábanas,
la ola blanca y fría dejándome en el cuerpo
la escarcha de los christmas,
su ventura augural del año nuevo.
Y a la mañana al sol, junto a la barca,
leer el mismo libro de mis días.
Pablo García Baena: Los campos Elíseos. Edit. Pretextos.
Rafa Roda, Raúl Basabilbaso, Manuela López, Pablo Aroz (1º BACH B) y Aurora Ríos
Fuentes e imágenes: El Mundo, Wikipedia, Cordobapedia, El Español